Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

Los principios superiores que garantizan la vida

No sólo Estados Unidos se está desmoronando. El gobierno holandés dimitió en su totalidad, la canciller alemana Ángela Merkel abdicó, el gobierno italiano está al borde del colapso y el coronavirus sigue causando estragos en todo el mundo. Ya se han desarrollado vacunas, pero ya aparecieron cepas nuevas y más infecciosas, que se propagan más rápido y con mayor mortalidad que antes de que hubiera vacunas. Y lo peor de todo es que estamos entrando en una nueva fase del colapso del viejo mundo; de falta de trabajo a falta de alimentos. Si no despertamos  pronto, despertaremos con una plaga de hambre y la gente destrozará todo por un trozo de pan para sus hijos.

La única manera de evitar el colapso que se avecina es reconstruir la sociedad bajo nuevos principios no egoístas. No quiere decir que tengamos que volvernos altruistas, sino que debemos entender que si seguimos comportándonos de forma egoísta con los demás, moriremos; así de simple.

El nuevo principio que debe ser la base de la nueva sociedad, es la conexión o mejor dicho, la solidaridad. En pocas palabras, solidaridad significa que debemos tratar a todos, sean quienes sean, por igual. Debemos asegurarnos de que cada uno pueda cubrir  sus necesidades básicas y que tenga una subsistencia razonable. Este principio debe estar por encima de cualquier frontera, opinión, raza, identidad de género, fe o cualquier otra diferencia entre la gente.

Dado que el problema que va a enfrentar el mundo es la falta de alimentos básicos, la primera y principal expresión de nuestra conexión debe ser el suministro de una nutrición suficiente para todos. Independientemente de que la gente sea comunista, nazi o cualquier otro extremo que puedas imaginar, debemos dar a todos sin excepción los suministros  básicos para  la vida.

Al intentar conseguirlo, nos daremos cuenta de que necesitamos una organización global y general que garantice que todos, en todos los países, obtengan esos productos básicos. Es claro que una organización de este tipo trae a la mente la imagen de un gobierno mundial, con todas las preocupaciones justificadas sobre el uso excesivo del poder. Sin embargo, sin una coordinación global de producción y distribución de alimentos, habrá caos en todas partes.

La era de los estados nacionales autosuficientes terminó. Así como el coronavirus se extendió por todo el mundo más rápido que un incendio en  la  maleza, pasará lo mismo con cualquier crisis en el futuro. Sin una colaboración global que realmente busque el bienestar de todos, no sobreviviremos. Y nada es más adecuado para iniciar nuestra cooperación global que garantizar el suministro de alimentos a todos en el planeta. Esto no sólo será nuestra mayor prueba, sino también la base adecuada para construir los nuevos establecimientos de la humanidad, que atenderán al bienestar de todos.

Ya se demostró -y yo también he escrito sobre ello en múltiples ocasiones- que el flujo, aparentemente interminable de crisis, está relacionado con nuestra actitud hacia los demás y hacia la naturaleza. Innumerables científicos e instituciones científicas han publicado estudios que vinculan nuestro maltrato a los demás y a la naturaleza, con el colapso de nuestro ecosistema global. Las actuales instituciones mundiales son impotentes; son maniquíes sin poder real y quizá sea lo mejor, ya que en realidad representan los intereses de su país y no tienen ninguna preocupación real por el bienestar de la humanidad.

Como dije al principio de este artículo, la institución mundial que supervisará el proyecto de suministro de alimentos no tiene por qué estar formada por altruistas. Además, como sabemos, hoy, los altruistas son muy difíciles de encontrar.

En su lugar, las personas que dirigirán este proyecto serán aquellas que comprendan que es en nuestro interés egoísta, garantizar el bienestar de todos o el sistema global se derrumbará. Comprenderlo  es imperativo y es realista encontrar a esas personas.

Es comprensible que los gobiernos no estén contentos con ceder ningún poder a una institución de este tipo, pero podemos confiar en que la naturaleza hará lo suyo y les obligará a cumplir por las malas, a costa de todos nosotros. Se avecinan tiempos difíciles, pero si entendemos que nuestra vida está en juego y que podemos salvarla, quizá lo consigamos.

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2 comentarios sobre “Los principios superiores que garantizan la vida
  1. Rosa María Lomeli Delgado dice:

    Buen día. Gran verdad. Muchas gracias 🌹

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