El director de la Organización Mundial de la Salud dijo sobre la COVID-19: «Las noticias falsas se propagan más rápido y más fácilmente que el virus». De hecho, si buscas la verdad en el mundo actual, la verdad es que todos mienten. Cada medio de comunicación deforma y manipula las noticias de acuerdo con la agenda de su propietario.
En el pasado, cuando los periódicos y la televisión recibían fondos de suscriptores, de gente que compraba copias reales de periódicos, la prensa estaba obligada a dar a los lectores o televidentes historias reales. Hoy los medios son propiedad de magnates y dependen de los anunciantes para su existencia, sólo están en deuda con ellos y los informes honestos se volvieron obsoletos. La buena noticia, si se puede llamar así, es que hoy todos sabemos que todos mienten.
Consumimos noticias de los medios, pues no hay otra fuente, los medios de comunicación de hoy son como el alimento que comemos: grande, brillante y de apariencia impecable. Pero por dentro, la comida está llena de hormonas, esteroides y antibióticos. Todos lo sabemos y todos la comemos, ¿qué más podemos hacer?
Aquí debemos ser honestos con nosotros mismos. Es cierto que los medios son corruptos, pero no es novedad, es desde hace mucho tiempo. Así pues, deberíamos preguntarnos: ¿de dónde vienen los periodistas? ¿dónde crecieron? ¿dónde fueron educados? ¿dónde aprendieron a distorsionar y manipular? Lo aprendieron en el mismo lugar donde crecimos, donde fuimos educados, donde aprendimos a manipular a otros. Los medios no son más corruptos que el entorno que los crió, a ellos y a todos nosotros. Están hechos a nuestra propia imagen.
Para recibir noticias veraces, no es suficiente condenarlos; no pueden ser mejores que el público que los engendró. Debemos mirarnos al espejo y preguntarnos si ésta es la sociedad en la que queremos vivir.
Si lo hacemos, no habrá nada más de que quejarse. Pero si no lo hacemos, tendremos mucho que aprender. Podemos comenzar aprendiendo que todos estamos conectados. Así como una persona con coronavirus puede infectar a docenas de personas, si no más, también pueden hacerlo nuestras acciones e incluso nuestros pensamientos. Cuando aparece la mala voluntad hacia los demás, hacemos cosas dañinas y reflejamos lo que tenemos dentro. Pero si nos conectamos con nuestra comunidad y país, si nos preocupamos por nuestros vecinos, no habrá daño. Por lo tanto, la raíz del problema que crea la mala prensa, es que nosotros mismos somos perjudiciales con las demás personas. Si nos comportamos mal con los demás, ¿podemos quejarnos de que los demás se comporten mal con nosotros?
Invertimos el lema de JFK: “No preguntes qué puede hacer tu país por ti; pregúntate qué puedes hacer tú por tu país». En principio, todos estamos de acuerdo con JFK, pero preferimos que sean los demás quienes den el primer paso. Con esta actitud, moriremos antes de que alguien haga algo.
La situación actual es como es, porque hemos evitado observar cómo somos en realidad, cómo nos relacionamos entre nosotros y qué tipo de sociedad estamos fomentando. Podemos seguir evadiendo ser conscientes y seguir el camino de las últimas décadas pero evidentemente, eso no nos llevará a ningún lugar.
O bien, podemos decidir que finalmente tenemos que bajar de nuestro sofá y comenzar a trabajar para los demás. No requiere cambios radicales; no tenemos que donar nuestros ahorros, si es que los tenemos, ni tenemos que sacrificar nada. Sólo debemos buscar dentro de nosotros mismos y observar cómo nos relacionamos con otros, porque ahí, es donde estamos realmente enfermos. Este es el virus que estamos esparciendo, mañana, tarde y noche. Si queremos ser diferentes, lo haremos, siempre y cuando, juntos lo deseemos. Esta es la idea que debemos promover; que juntos podemos construir una sociedad solidaria, mutuamente responsable. Si adoptamos ese pequeño cambio en nuestra mentalidad, veremos un mundo diferente. Juntos podremos mover montañas.
Excelente pensamiento Sr.Michael Laitman,coincido con todo lo que ha expresado,el cambio comienza por cada uno, también pienso que a la mayoría le gusta consumir basura,y la televisión es el lugar justo para hacerlo,yo no voy a negar que no miro,pero observo y escucho y me doy cuenta que la mayor parte de lo que dicen no es verdad,pero Ud.tiene razón, nosotros alimentamos todo eso,a veces hasta siento que se nos ríen en la cara.Quisiera despertar a muchos que creen sin dudar todo lo que en estos medios
se dice y cuando lo intento, soy mirada como si hablara tonterías.En fin…. sería muy bueno que las sociedades despertaran y como expresa su escrito para relacionarnos de otro modo,y allí es donde creo también comenzarían los cambios.
Cordial saludo,
Si estamos en una sociedad de las noticias falsas, eso quiere decir que debemos desconfiar de la OMS, ¿estarían sus informes redactados con noticias falsas para algún propósito que desconocemos?
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If we are in a fake news society, that means we must distrust of W.H.O. Would their reports be written with fake news for some unknown purpose?