En lo que probablemente sea un tiempo récord, Israel se ha convertido en un país próspero, a pesar de estar rodeado de países extremistas que sólo buscan su destrucción. Sin embargo, toda la sociedad está en peligro porque no se construyó sobre los cimientos correctos: unidad y responsabilidad mutua. Sin esto, el futuro de Israel sigue siendo sombrío.
El jueves 5 de mayo, otro ataque terrorista de la reciente racha, dejó tres muertos y cuatro heridos graves. En los últimos dos meses, diecisiete personas han sido asesinadas por terroristas y muchas más resultaron heridas. A modo de comparación, en todo 2021, dieciocho personas fueron asesinadas por actividades terroristas, doce de las cuales murieron durante la operación Guardián de los muros, cuando se dispararon más de 4,000 cohetes y bombas de mortero contra asentamientos civiles israelíes.
¿Qué ha cambiado? ¿se han vuelto más precisos los terroristas en sus ataques? ¿tienen nuevas armas? ¿la inteligencia israelí es menos eficiente? ¿el ejército israelí es menos poderoso? La respuesta a todas las preguntas es un rotundo «¡No!» lo que cambió desde el año pasado es nuestra solidaridad, a medida que crece nuestra división, también crece la audacia y el éxito de nuestros enemigos.
Israel siempre ha dependido, depende ahora y siempre dependerá de su unidad. Desde el inicio de nuestra nación, su ausencia es responsable de todos nuestros males y su presencia está detrás de todos nuestros logros.
A lo largo de los siglos, nuestros sabios nos han advertido que si no nos unimos, no reviviremos como nación. “La principal defensa contra la calamidad es amor y unidad”, dice el libro Maor VaShemesh. “Cuando hay amor, unidad y amistad entre todos en Israel, ninguna calamidad puede sobrevenirles y todas las maldiciones y el sufrimiento se desvanecerán”.
De manera similar, el libro Sefat Emet dice: “Cuando los hijos de Israel sean un solo pueblo, Amalek no tendrá control sobre ellos, sólo sí están en Rephidim [de la palabra hebrea Pirud (separación)]. Por eso calumnió Hamán: ‘Hay una nación, esparcida y separada’ y todo su poder está en su unidad… Por eso se dijo: ‘Vayan y reúnan a todos los judíos’”.
Para Israel, la paz con sus enemigos depende de la paz en su interior. Si queremos asegurar nuestro futuro en el país, tendremos que vivir según los principios de los antiguos hebreos y poner la unidad, la responsabilidad mutua y el amor a los demás por encima de todos los valores. Aparte de las medidas militares, nuestro primer y principal esfuerzo debe ser unir nuestras filas por encima de todas las diferencias.
No debemos olvidar que el combustible que anima y fortalece a nuestros enemigos no es su determinación, sino nuestra división. mientras más divididos estamos, más decididos están a destruirnos. Si tomamos la iniciativa y nos esforzamos por construir una sociedad cohesionada, aquí en Israel, tendremos seguridad y paz, pues dependen de nuestra unidad.
Muchas gracias por compartir. Edificante reflexión. Dios los bendiga grandemente.