La luna sobre Centennial Park mientras un avión atraviesa el área 15/jun/21 en Tinley Park. (Armando L. Sánchez / Chicago Tribune / TNS / ABACAPRESS.COM
A fines de la década de 1970, cuando estaba sirviendo en la base de la Fuerza Aérea de Israel, luces parpadeantes colgaban sobre nosotros como linternas iluminadas. Se podría decir que estoy loco, pero no sólo yo lo vi, varios cientos e incluso miles de personas recuerdan haberlo visto, durante varios días y noches. Recuerdo que preguntábamos con asombro: ¿Qué podrá ser? ¿Qué hay por encima de nosotros? ¿Qué brilla así? Y aunque servimos en la Fuerza Aérea, nunca tuvimos una explicación para el fenómeno.
El Pentágono recientemente publicó un informe detallado con registros de 144 avistamientos de objetos voladores no identificados en áreas militares cerradas de EUA, durante los últimos 17 años. En todo el mundo, la gente ha estado esperando este informe por meses, con la esperanza de recibir una respuesta oficial: ¿Hay algo que explique los ovnis? Al final, el Pentágono informa que no tuvo éxito en explicar los fenómenos y tampoco confirma que algo se haya originado fuera de la Tierra. En resumen, sigue siendo un misterio.
Aunque aún no he leído el informe, tengo claro que hay muchos fenómenos en la naturaleza que tampoco comprendemos en absoluto. Estos objetos voladores no identificados u ovnis se denominan así, porque no reconocemos su origen ni su esencia. Si queremos reconocer y comprender estos y otros sucesos misteriosos, necesitamos aprender a percibir la realidad en general, cómo se representa el mundo ante nuestros ojos.
«Ante nuestros ojos» de hecho en nuestra mente, ¿se capta la realidad con nuestros cinco sentidos, en nuestra imaginación o existe fuera de nosotros, independiente de nuestras herramientas de percepción? En general, todos imaginan la realidad de forma diferente. No hay forma de saber si lo que percibe uno y lo que percibe otro, es igual.
Desde una perspectiva más amplia, percibiríamos muchas más formas a nuestro alrededor que las que vemos con nuestros ojos ordinarios, en nuestra percepción sensorial. Incluso mientras lees estas líneas, ocurren muchos fenómenos que no podemos percibir. La pregunta no es si existen o no, sino ¿Qué es lo que queremos derivar al conocerlos?
La humanidad siempre se siente atraída por situaciones que parecen fuera de lugar, respecto a la naturaleza, pero nos atraen de manera infantil y poco seria y tendemos a crear un misticismo fantástico a su alrededor. Por eso, la humanidad no obtiene ningún beneficio al participar en estas actividades. La gente simplemente se refiere al fenómeno como extraterrestres que vienen de un planeta distante, de otra civilización, nunca se molesta en investigar más ni en preguntar qué hay detrás de estos eventos. La sociedad está cautivada por las imágenes de Hollywood: criaturas con gran cabeza ovalada y ojos rasgados, que llegan de noche para secuestrar humanos. Esto no es más que una invención creativa de los seres humanos.
La sabiduría de la Cabalá habla de fuerzas espirituales que no están revestidas de materia. Estas fuerzas descienden hasta nosotros desde su fuente, desde el Poder Supremo, operan en el universo, por encima de tiempo, movimiento y espacio y pueden ser llamadas «ángeles». Aquí también es importante no relacionarlos con las pinturas ficticias de las leyendas de criaturas aladas. Más bien, se trata de fuerzas abstractas y transitorias de enorme poder, similares a la fuerza magnética, a campos eléctricos de radiación o una especie de campo gravitacional. Las fuerzas en sí mismas no se pueden ver ni sentir, sólo se conocen por su acción. Sentimos su manifestación, pero nunca la fuerza misma.
Para comprender la realidad más amplia, comprender el misterio de la vida y descubrir los poderes que nos rodean, debemos esforzarnos por comprender el panorama general, el sistema que nos abarca a todos. Eso sucederá si cambiamos nuestra percepción de la realidad, en lugar de bloquear y limitar nuestras herramientas de absorción, queriendo descubrir la realidad para recibir placer sólo para nosotros y actuáramos en forma inversa, desde dentro del deseo de otorgar, en una actitud de dar a otros, tal como actúa la fuerza superior de la naturaleza.
Desde este punto opuesto de percepción, nos daríamos cuenta de que todas las pequeñas revelaciones y observaciones de nuestros sentidos, vienen de la Fuerza Superior que atrae nuestra atención hacia algo que no está exactamente dentro de la naturaleza ordinaria. Descubriríamos que esto es para comenzar a hacernos preguntas sustantivas sobre la vida y descubrir la verdadera respuesta, el poder que dio a luz, sostiene y desarrolla al mundo.
Agradezco de antemano este artículo, es interesante, pero más interesante sería que nos diera una idea más amplia, me siento frustrado al no comprender más a fondo que es lo que quizo darnos a entender…