¿Con qué sueñan desde que la Covid-19 llegó a nuestras vidas? ¿Son sus sueños intensos, aterradores y realistas? Si es así, seguramente se identificarán con el impactante descubrimiento de la Dra. Deirdre Barrett, investigadora de sueños de la Universidad de Harvard, quien publicó últimamente un estudio basado en diez mil sueños de diferentes personas de todo el mundo. Su conclusión principal fue que los sueños y las pesadillas del género humano se asemejaron. “Nunca hubo una etapa en la cual los sueños de todos fueron tan coloridos y espectaculares, por la misma razón y a nivel global”, dijo.
Los sueños son un complejo de pensamientos, deseos y pasiones que el individuo pasa durante el día y no los percibe. Los oprime y estos quedan por debajo de la superficie del inconsciente. Pero cuando deposita su cabeza en la almohada y se duerme, ya no tiene control de los pensamientos y los anhelos escondidos, y surgen de la memoria en forma de sueños.
Cuando están libres de limitaciones, de la opresión del mundo exterior, ilimitados físicamente, los pensamientos y los deseos se conectan y se combinan en el sueño, participan y se mezclan entre sí de modo exagerado y extraño, diferente al mundo conocido.
Después de todo somos carne que tiene un sistema nervioso interior, el cual nos despierta y nos da descanso aun durante el sueño, cuando el cerebro no está funcionando en su potencia total. No hay que imaginarse que los sueños provienen de algún mundo, aterrizan de un universo paralelo y oculto. Es una fisiología que se encuentra en todo ser animal, incluso en las cucarachas.
Y nosotros tenemos que soñar, tenemos que transmitir esas imágenes a través de nosotros. Es un mecanismo que nos permite deshacernos de ellas. A veces los sueños no son simples, nos introducen en estados desagradables, en tensiones y miedos. Por eso, es conveniente leer antes de dormir algo relajante, o incluso cómico. Esto es para canalizar los pensamientos hacia una dirección positiva. Practicar el sexo también puede ayudar para relajar el cuerpo de la tensión acumulada.
La tensión diaria desde que llegó la Covid-19 a nuestras vidas se ha convertido en una tensión global. Según la Sabiduría de la Cabalá, este es un tiempo en el que la humanidad finaliza la etapa de evolución individual y pasa a su última etapa de evolución, en la cual se conectan todos los individuos en un solo cuerpo humano, para ser una familia única, una sola alma. Por esto es que Dr. Barrett tiene razón al decir que las pesadillas se han convertido en algo global, porque el mismo mundo se ha convertido en algo global y redondo.
Todos nos hemos tornado conectados e involucrados unos con otros, pasando las mismas pandemias, experimentando las mismas crisis mientras estamos despiertos.
Si bien cada uno piensa sobre sus propios niños, su trabajo, es decir, pensamientos personales y naturales, estos se visten en los pensamientos generales que pertenecen al mundo entero y se transmiten a él. Por eso es que los sueños, son comunes.
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