Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

Para que haya desacuerdo, se necesitan dos.

desacuerdo

El 16 de noviembre fue el Día Internacional de la Tolerancia. Parece que este día jamás había sido tan oportuno. Al tiempo que políticos y periodistas llaman abiertamente a sacar a los disidentes de la sociedad e incluso a “quemarlos” porque “si hay supervivientes … lo volverán a hacer”, se comprende racionalmente que la tolerancia, no es ni más ni menos que una quimera en estos tiempos.

La intolerancia parece venir en oleadas. Siempre que la intolerancia se eleva más allá de cierto nivel, estalla la violencia de una forma u otra. Ahora parece que nos dirigimos rápidamente hacia otro pico de intolerancia y a menos que lo manejemos mejor que antes, estallará igual que las olas anteriores. Y si algo nos puede enseñar la historia es que los picos crecen cada vez más y la violencia resultante es más aterradora.

Necesitamos entender que la naturaleza humana no se vuelve más tolerante, sino más extremista y fanática. Como resultado, cuando un lado habla de aniquilar al otro, como es el caso hoy, intentará hacerlo también físicamente. No hay duda de que así será, sólo queda saber en qué momento sucederá. Cuando ambos lados hablan en esos términos, conduce a la guerra.

Hoy, hablar de cualquier cosa que parezca amistad, simpatía, unión o incluso simplemente tolerancia, despierta sonrisas, en el mejor de los casos.

Lo más probable es que esas palabras se reciban con el debido sarcasmo, porque hoy, nada es menos realista que pedir a la gente que sea tolerante.

Además, a medida que pase el tiempo, será aún más improbable. La naturaleza humana es dinámica, evoluciona hacia un individualismo creciente, por lo tanto, también la intolerancia. Hoy, el individualismo alcanzó niveles tales que hay más familias con uno de los padres viviendo en casa que con dos y casi el 30 por ciento de los hogares son hogares unipersonales. En ese estado, ¿es difícil imaginar que muchos no quieren a nadie a su alrededor?

Si esta tendencia se mantiene, la democracia en EUA, pronto será cosa del pasado. Para evitar lo que parece un destino inevitable, debemos adoptar un pensamiento radical: cada uno debe entender que la persona que quiero muerta, la persona que no está de acuerdo conmigo, en realidad es mi salvavidas. Sin ella, no seré quien soy ni lo que soy ni seré en absoluto. No significa que tenga que estar de acuerdo con alguien que no soporto, sino simplemente que nuestro desacuerdo es lo que nos hace seguir adelante y que se necesitan dos para que haya desacuerdo.

La naturaleza que desarrolla a la creación, la transformó en plantas y animales herbívoros o animales que comen plantas y animales que comen a otros animales. Todos dependen unos de otros, aunque es evidente que no se agradan especialmente.

Asimismo, la naturaleza humana nos impulsa a desarrollarnos. Nos convierte en individuos diferentes, que es claro que no se agradan entre sí, pero que dependen unos de otros, igual que los animales dependen entre ellos para su supervivencia. No tendríamos fascistas si no hubiera comunistas; no tendríamos seculares si no hubiera religiosos y no tendríamos moderados si no hubiera extremistas. Estamos definidos por lo que no somos tanto como por lo que somos.

La diferencia entre animales y humanos es que podemos ver, analizar y apreciar el tejido que creó la naturaleza. Si pudiéramos percibir el panorama general y ver que nosotros, la humanidad, formamos un tejido diverso que es tan hermoso como la vida silvestre de la naturaleza, no estaríamos unos sobre otros. Al contrario, apreciaríamos y valoraríamos las diferencias a las que nos referimos como diversidad.

Todo es necesario en su tiempo. Todas las opiniones, incluso las más extremas. Finalmente, profundizan y amplían nuestra comprensión de nosotros mismos como seres humanos. Pero ahora, creo que hemos visto suficiente del lado negativo de la naturaleza humana, es hora de aprovechar nuestra diversidad en beneficio de la humanidad. La humanidad ha defendido innumerables ideologías. Ahora es el momento de defender la ideología de la unidad, que explica que no importa lo que creas y apoyes, consérvalo, es tuyo y agrégalo al tejido de la humanidad. Sólo una sociedad que tiene a la unidad como su principal valor, puede tolerar diferentes puntos de vista dentro de ella, darles el lugar que les corresponde y usarlos para fortalecer y mejorar a toda la sociedad.

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Publicado en: News, Relaciones Interpersonales

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