Un artículo reciente de Steve Cohen, del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia, profundiza en las ventajas de preferir los coches eléctricos a los impulsados por motor de combustión interna. Cohen reconoce que «la descarbonización llevará décadas y … parte de la oposición estará justificada porque estas instalaciones tendrán un impacto negativo en la comunidad». Sin embargo, insiste: «El argumento de que los vehículos eléctricos contaminan mucho no es convincente. Contaminan menos que los vehículos impulsados por el motor de combustión interna» y «esa es la única comparación que importa».
En mi opinión, estamos viendo toda la situación al revés. Incluso Cohen, un ávido defensor de los vehículos eléctricos, admite que «veremos progresos a medida que hagamos que el problema sea menos malo, pero no resolveremos el problema». Así que, en lugar de buscar formas de minimizar el daño mientras mantenemos este nocivo estilo de vida, creo que, antes deberíamos cambiar nuestra forma de vida para no crear el problema.
El actual estilo de vida occidental fomenta el trabajo durante muchas horas y a menudo con largos viajes de ida y vuelta. En los últimos años, las cosas han empezado a cambiar, pero creo que no debemos esperar, debemos pasar a trabajar desde casa lo antes posible y hacer que esta forma de trabajo sea lo más generalizada posible.
En Asia, donde hasta hace poco se consideraban normales las largas jornadas y la semana laboral, ya soplan vientos de cambio. «Panasonic Corp se unió a un pequeño, pero creciente, número de empresas japonesas que ofrecen al personal una semana laboral de cuatro días, para fomentar un mejor equilibrio entre la vida laboral y la personal», escribe el medio de comunicación HRM Asia. Panasonic no está sola; es «parte de una tendencia global», dice el artículo y añade que en Japón «un grupo de legisladores está debatiendo una propuesta para conceder a los empleados un día libre a la semana, además de los dos de descanso, para garantizar su bienestar». También la revista Forbes escribe que «la semana laboral de cuatro días está ganando gran impulso» y otros medios escriben cada vez más sobre ella.
En mi opinión, deberíamos ir más allá de la semana laboral de cuatro días. Creo que incluso el trabajo que hacemos, debería principalmente hacerse desde casa. Habría menos congestión en las carreteras, daría a la gente más tiempo libre y horarios flexibles, incluso en los días en que trabajan y reduciría drásticamente el impacto al medio ambiente de la industria del automóvil, ya sea con motores eléctricos o de combustión interna.
La industria del automóvil es sólo un ejemplo. En casi todos los ámbitos del compromiso humano, trabajamos más de lo que deberíamos y todos pagamos el precio: nosotros, nuestras familias, la sociedad y el planeta. La producción y el trabajo excesivos no ayudan a nadie ni nos hace más felices.
Piensa en cómo nos sentiríamos si tuviéramos dos horas más de tiempo libre cada día, que es el tiempo que empleamos en ir y volver del trabajo. Ahora imaginemos que sólo trabajamos cuatro días a la semana y desde casa.
En resumen, creo que deberíamos bajar el ritmo, dedicar más tiempo a lo que nos gusta y a la gente que nos importa. Nos hará felices; hará que la sociedad sea más pacífica; ayudará al medio ambiente; y ayudará al mundo. En estos tiempos difíciles, a todos nos vendría bien un poco de tranquilidad.
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