Hay muchos ejemplos de cómo se usa música y canciones en la educación, para que los estudiantes absorban el material más fácilmente. Además, al estudiar materias con música, los alumnos aprenden a enseñar a otros, a la siguiente generación. Si cantan juntos en su aprendizaje, agregan un componente de vínculo común y se adaptan a lo que aprenden.
Sin embargo y más importante que usar la música para aprender mejor, dentro de los marcos educativos actuales, necesitamos una educación totalmente diferente, que los estudiantes entiendan la necesidad de conectarse positivamente.
En otras palabras, a medida que el mundo se conecta cada vez más, necesitamos un énfasis renovado en el método educativo, sobre la necesidad de una conexión positiva. Lo primero que los estudiantes deben extraer de su aprendizaje es que, sin una conexión positiva en la sociedad, en grupos y en otras interacciones, nada les ayudará en la vida.
Ese enfoque ignora la perspectiva de la educación actual en su esencia, que se basa principalmente en aprendizaje, desarrollo y logros individuales. Competencia individual es un enfoque educativo obsoleto, ya no se adapta a este mundo globalmente interconectado e interdependiente. El aprendizaje, el desarrollo y los logros deben venir después de establecer un énfasis nuevo en la educación -sentir necesidad de conectarse positivamente.
El mundo necesita un nuevo tipo de educadores, que sepan entrar en el corazón de los alumnos y generar un ambiente bien conectado. Para hacerlo, también los propios educadores deben desarrollar una conexión positiva entre ellos. De hecho, esa visión está distante de nuestros marcos educativos actuales, parece imposible educar a los maestros así. Tal vez sería posible llegar a algún acuerdo, en el que los profesores, en su espacio, primero establezcan una conexión positiva entre ellos y luego, desde el estado de buena conexión que logren, transmitir esa atmósfera en sus aulas. Así, ciertamente podremos ver mejores resultados en todos los ámbitos: primero un ambiente social más armónico, de amabilidad y cuidado, luego ayuda mutua y deseo de aprender mejor.
Hay un camino largo por recorrer para desarrollar nuevos educadores, por eso, es necesario un nuevo sistema educativo, con base en la necesidad de conectar positivamente a la sociedad. En el camino, los maestros necesitarán avivar su interés en estas ideas, tanto materiales como ideológicas. Es decir, necesitarán recibir un salario satisfactorio por su trabajo y también aprender los muchos entresijos de la conexión humana positiva, practicándola con sus compañeros educadores.
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