«Una manta de humo cubre Siberia», se escribió en uno de los titulares de la prensa extranjera informando sobre el gran incendio en la tierra de hielo.
Un incendio de dimensiones sin precedentes. Millones de hectáreas de árboles se quemaron y las reservas ecológicas arden en llamas. El incendio es tan grande que ni siquiera mandaron equipos de extinción para intentar apagarlo. La capa de humo es tan gruesa que puede ser vista en imágenes satelitales de la Tierra. No es necesario ser científico o investigador climático para comprender que un incendio de estas magnitudes trae consigo consecuencias ecológicas desastrosas. Pero muy pocas personas, si las hay, saben que el peligro no se limita a la emanación de dióxido de carbono y el rápido calentamiento global, sino que también libera gases y otras sustancias que permanecieron congeladas durante miles de años, incluso desde la era de los dinosaurios. Descongelar la nieve puede causar un brote de enfermedades u otros fenómenos tan antiguos que la humanidad no sabría cómo enfrentarlos.
De acuerdo a la Sabiduría de la Cabalá, que conecta todos los extremos de la Creación, el desequilibrio en las relaciones humanas, que se encuentra en el nivel más alto de existencia, causa directamente un desequilibrio en los niveles más bajos de existencia; los niveles inanimado, vegetal y animal. El comportamiento humano, especialmente los pensamientos, quebrantan el equilibrio en la naturaleza, y mientras las relaciones entre nosotros estén desequilibradas, los fenómenos de la naturaleza y los desastres irán empeorando.
El rabí Yehuda Ashlag, «Baal HaSulam», escribió en la introducción de su artículo Prefacio a la Sabiduría de la Cabalá: «Todos los mundos superiores e inferiores están incluidos en el humano, y toda la realidad que se encuentra en los mundos no son más que para él».
Si no actuamos para equilibrar el sistema de relaciones y la red de pensamientos entre nosotros, la perspectiva para la Tierra, y para nosotros como sus habitantes, es terrible. El ritmo de incendios junto a inundaciones, huracanes y terremotos, nos indica que no nos queda mucho tiempo para cambiar. Debemos comenzar de inmediato y sin demora, a construir y reforzar la fuerza más poderosa que existe en nosotros: la fuerza del pensamiento.
Por un momento suena místico, pero no. Nuestra fuerza de pensamiento es una fuerza muy poderosa. La más potente. Si nos unimos y aspiramos a conectarnos, se asentará en nosotros la fuerza del pensamiento, una fuerza positiva que se encuentra en la naturaleza global, que detendrá el calentamiento global, y frenará inmediatamente el deterioro acelerado de la ecología, ya que el balance entre nosotros, equilibrará al resto de los niveles inferiores de nuestro planeta.
Gracias
El desequilibrio causado por el hombre no tiene limite…Solo de la Mano del Creador saldremos adelante
GRACIAS por eso de «A change of heart» towards thought itself is not about mystics, but a recognition of its natural and factual possibilities. I think wisdom comes from a ‘dyadic clarity’ within the relation of both heart and thought. But, of course, I’m STILL not completely aware on how Kabbalah and Torah define the specificity of such relative insights and their dynamics. /// OTRA VEZ, GRACIAS POR SEGUIR COMPARTIENDO CONOCIMIENTO Y NO SOLO INFORMACIÓN.