Calentamiento global, años consecutivos de sequía y ausencia de inversión en tecnologías de ahorro y desalinización de agua, están empujando las ya tensas relaciones internacionales en el Medio Oriente, al punto del colapso. Si sigue la crisis del agua, no pasará mucho tiempo antes de que la tierra árida sea arrasada por disparos.
Los agricultores iraníes no pueden producir cultivos sin agua; los kurdos e Irán están en desacuerdo por el cambio de las líneas de agua; más de 12 millones de personas en Siria e Irak están perdiendo acceso a; agua, alimentos y electricidad; y en Siria, desgarrada por una guerra civil que comenzó hace diez años, la sequía de este año es la peor de los últimos setenta años. El terror corta el miedo, pero puedes reprimirlo con armas. La sed corta la desesperación y nada puede detener a la gente desesperada. Junto al oxígeno, el agua es el elemento vital para la supervivencia Y la gente hará literalmente cualquier cosa para tenerla.
En un podcast de 2017, Peter Gleick, científico, jefe y presidente emérito del Pacific Institute, dijo: «Algunos de los primeros conflictos por el agua [aparecieron] alrededor del año 25 AEC, en la antigua Mesopotamia, la tierra entre los ríos Tigris y Éufrates». Incluso ahora, «En la última década», dice Gleick, «ha habido cada vez más casos de violencia relacionada con el agua … los que llamamos conflictos subnacionales». La sequía no ha acabado, en los últimos cuatro años, desde la entrevista. Empeora y sus efectos han llevado a la región casi al punto del colapso.
El elemento más preocupante de esta crisis es que es totalmente innecesaria. Hay tecnologías probadas que pueden convertir desiertos en oasis, a un costo muy razonable. Israel, una vez víctima de la desertificación acelerada, controló totalmente el problema, construyó plantas desalinizadoras. Israel ya ha construido varias instalaciones de este tipo en el extranjero y está dispuesto a ayudar a cualquiera que desee utilizar la tecnología. Lamentablemente, los líderes de muchos países de Oriente Medio se centran constantemente en reforzar su control sobre la gente, en lugar de mejorarle la vida.
De hecho, Israel ya está canalizando agua hacia Jordania, como parte del acuerdo de paz de 1994 entre los dos países. Y está más que dispuesto a firmar acuerdos de este tipo con otros países vecinos, pero por el momento no parece que haya apertura a la idea, del otro lado.
Si bien, no creo que los vecinos de Israel comiencen una guerra por el agua, contra Israel, es triste que a gente que podría tener acceso a agua abundante, se les niegue este ingrediente tan necesario, sólo por cuestiones políticas.
Muchas gracias 🌹 bendiciones infinitas 🙏