Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

¿Por qué el divorcio afecta más negativamente a los hombres que a las mujeres?

divorcio

El divorcio o la separación parental están asociados una serie de consecuencias negativas que afectan a todos los que participan en ese proceso. Ahora bien, tal como señalan numerosos estudios, ¿por qué resulta particularmente difícil para el hombre? ¿Cómo podrían hombres y mujeres crear un sistema de apoyo que no solo ayude a la pareja a superar los desafíos relacionados con la separación, sino que también ayude a los niños a hacer frente a la separación de sus padres?

El matrimonio está directamente relacionado con el estado de salud de los hombres. El 66% de los hombres dependen de su esposa en lo referente al apoyo social básico. Así pues, un divorcio supone un importante aumento de la sensación de aislamiento en el hombre. Además, los hombres socialmente aislados aumentan su riesgo de muerte por enfermedad cardíaca en un 82%.

¿Por qué es más difícil para los hombres soportar el divorcio?

Al comparar el impacto del divorcio por géneros, descubrimos que una de las razones por las que los hombres encuentran más difícil lidiar con una separación es su mayor dificultad para abrirse y compartir con otros su dolor, su sensación de fracaso y preocupación con respecto al divorcio. En comparación con las mujeres, dado que los hombres son menos propensos a buscar ayuda cuando su familia se deshace, aumentan sus posibilidades de sufrir estados de desesperación, estrés y depresión. En algunos casos, surgen en ellos graves problemas de salud mental que incluso pueden llevarlos al suicidio. Según señala una investigación de la Universidad de California, los hombres divorciados son nueve veces más propensos que las mujeres a morir por suicidio. ¿Cómo puede explicarse esto?

En general, los factores que perjudican la salud mental y física de los divorciados son la pérdida de control sobre la vida, el deterioro del sentido familiar y social, el estrés económico, la soledad y el vacío. Todos estos sentimientos se intensifican en los hombres divorciados. Además, a esta ya de por sí difícil situación, podemos añadir el potencial de acusaciones falsas que a veces forman parte de las disputas legales en la obtención de la custodia de los hijos.

Existe la idea extendida –y sin embargo errónea– de que es más fácil para un hombre vivir una vida de soltero después de una separación, una vida libre de preocupaciones y compromisos, mientras que las madres solteras se sienten abrumadas con la tarea de criar solas a sus hijos, a menudo lidiando con la mayor parte de las cargas económicas sin ayuda. Sin embargo, en la práctica, esta imagen resulta ser frecuentemente infundada. En lugar de celebrar su supuesta libertad, los hombres generalmente se sienten como niños abandonados, solos en el mundo, incapaces de recoger los pedazos de sus vidas rotas y seguir adelante. Su confianza y su autoestima quedan socavadas con el divorcio. 

Mientras que, en muchos casos, las mujeres reciben la custodia casi completa de los hijos, los padres también acaban viéndose «divorciados» de sus hijos. Los constantes enfrentamientos con el excónyuge a menudo complican la relación con los hijos que, a veces, guardan un rencor hacia el padre por irse de casa, sintiéndose distanciados de él independientemente de la compensación que el padre pueda intentar darles para que sigan manteniendo su nivel de vida.

Mayor comprensión con el otro lado

Lo que a la sociedad occidental se le está pasando por alto es que un hombre, a pesar de la imagen de «macho» que puede proyectar para ocultar sus propias inseguridades, depende casi totalmente del apoyo emocional de la mujer que está junto a él y de su familia para sentir un bienestar. Esto es así mucho más de lo que la mayoría podemos imaginar. La sabiduría de la Cabalá explica que el hombre –por naturaleza– es frágil, vulnerable y necesita una influencia femenina que se asemeje a la figura materna para acompañarlo desde la infancia y a lo largo de toda su vida. Así como un feto recibe alimento de su madre a través del cordón umbilical, un hombre sigue necesitando el alimento de una mujer en forma de apoyo y cuidado para sentirse pleno.

A cambio, las mujeres deberían recibir de los hombres seguridad, confianza y el absoluto reconocimiento a la contribución y el papel fundamental que ellas desempeñan. Un hombre necesita recalcar constantemente el amor y el aprecio por su esposa y debería mimarla y abrazarla tanto como sea posible para evitar perderla.

El problema es que ni los hombres ni mujeres han recibido una educación sobre cómo entender este mecanismo interactivo de apoyo mutuo y cómo usarlo positivamente en aras de la estabilidad familiar. Cada componente de la pareja está encerrado en su ego, en su propio interés individual, y a menudo se malinterpreta al otro; hasta que su relación es ya incapaz de soportar la crisis emocional resultante y se toma la decisión de romper la unidad familiar.

La clave para unas relaciones exitosas

De hecho, el éxito de un matrimonio no depende ni de la atracción física ni tampoco de la personalidad, como nuestra cultura consumista puede hacernos creer. El éxito de una pareja depende de la actitud y de la calidez que ambos tengan entre sí: esa es la condición indispensable para una relación equilibrada.

Tendríamos que dejar de asumir que sabemos lo que al otro le gusta o necesita. ¿Cómo podemos esperar que dos personas diferentes, de dos familias diferentes, con dos crianzas diferentes, sepan lo que el otro quiere? No es muy atinado sentarse y esperar hasta que el otro de repente haga algo positivo por uno. En vez de eso, ambos deberían conversar de forma abierta y proactiva acerca de sus necesidades. Y entonces se darían cuenta de cuán positiva resulta esa comunicación para la relación de pareja. 

Pero si, aun después de hacer todos los esfuerzos posibles para preservar la unidad familiar, el divorcio parece inevitable, es indispensable que los excónyuges sepan estar por encima de su propia naturaleza, de sus propias diferencias, y construyan una vida como amigos. Con un escenario así, gracias a esa comunicación saludable y a unas relaciones cordiales, todos los miembros de la familia –hombres, mujeres, niños– saldrán beneficiados. Todo comienza con una educación que promueva el desarrollo de relaciones cercanas y positivas.

Publicado en: News, Relaciones Interpersonales, Salud y bienestar
Un comentario sobre “¿Por qué el divorcio afecta más negativamente a los hombres que a las mujeres?
  1. Patricia dice:

    Interesante articulo, quisiera saber en el caso que el hombre es irasible, brusco y menosprecia a su mujer y solo se preocupa de si mismo, la ridiculiza y grita en la calle, es viable salvar un matrimonio donde el esposo manipula y echa en cara lo que da y es ateo?

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