Actualmente, está surgiendo un nuevo deseo en la humanidad.
Aparece cada vez en más gente, pero sólo como semilla de un deseo, no totalmente claro.
¿Qué es ese deseo? Es una pequeña chispa del deseo del estado de amor, otorgamiento y conexión total.
A raíz de la aparición de este nuevo deseo, aumenta la confusión, pues la gente no sabe cómo satisfacerlo.
A diferencia de los deseos que, hasta hoy, se han desarrollado dentro de nosotros -deseos corporales de comida, sexo, familia, dinero, honor, control y conocimiento-, no hay ejemplos de cómo satisfacer este nuevo deseo que emerge. Porque este deseo no es corporal, es espiritual y requiere un cambio en la forma en la que debemos percibir y sentir la realidad.
¿Qué cambio en percepción y sensación necesitamos para satisfacer este nuevo deseo que emerge en nosotros? Nuestros deseos egoístas innatos nos hacen querer recibir el máximo beneficio sólo para nosotros. Constantemente intentan absorber toda la satisfacción. Esa es nuestra organización interior, gracias a la cual, actualmente nos relacionamos con el mundo. Instintivamente y a cada momento, intentamos recibir la mayor satisfacción posible y actuamos de la forma que el sistema interior considera necesaria y más útil para nosotros.
En nuestro ego, más o menos sabemos cómo trabajar con los demás, cómo presionarlos, qué queremos recibir, tomar y dar, pagar y comprar, etc. Así interactuamos, usamos una amplia variedad de medios: astucia, engaño y política, por nombrar sólo algunos. En nuestro mundo sabemos cómo actuar, en la venalidad y mentiras con las que crecemos.
Pero ahora, emerge otra condición, fuerza y cualidad, un nuevo deseo que antes no teníamos: un pequeño punto de deseo de amar, otorgar y conectarnos. Ese deseo tiene sus raíces en la naturaleza misma, que, en esencia, es el deseo de amar y dar. En otras palabras, el amor es la ley básica de la naturaleza. Y mientras más nos desarrollamos, más sentimos que la forma más pura de la naturaleza se revela ante nosotros.
¿Cuál es la expresión de la forma más pura de la naturaleza que se revela ante nosotros? Es que, a nivel global, cada vez estamos más interconectados y somos más interdependientes.
Así se manifiesta la cualidad de amor, otorgamiento y conexión de la naturaleza en el mundo corpóreo: además de la fuerza egoísta, hay una fuerza altruista que se revela cada vez más, a medida que nos volvemos globalmente interconectados e interdependientes. Y mientras no cambiemos nuestra actitud mutua -de egoísta a altruista-, sentiremos más y más confusión en la vida, como una nube oscura que desciende cada vez más sobre nosotros.
#confusión #incertidumbre
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