Cuando el cerebro compara fenómenos, parece como si un determinado evento ya hubiera ocurrido. Incrustamos un fragmento de video en otro, una imagen en otra y sentimos lo que llamamos “Deja vu”.
Por otro lado, también tenemos premoniciones o adelantos, cuando sentimos que una determinada acción debe hacerse en el momento actual. Comenzamos a sentir el pensamiento de los demás o anticipamos ondas que se extienden hacia nosotros. Esos fenómenos suceden porque estamos en un solo sistema unificado de naturaleza, tenemos cierto sentido que surge de vivir en este sistema y podemos adivinar eventos gracias a algunos signos preliminares.
Algunas personas, como Wolf Messing o los beduinos que viven en el desierto, desarrollan esta sensación. Tienen un sentido de la naturaleza muy desarrollado. En particular, Messing podía prever varios años en el futuro. Simplemente podía predecir ciertos eventos, porque sentía que sucederían. Aunque, no podía cambiar nada.
La sabiduría de la Cabalá, por otro lado, nos permite mitigar eventos futuros. Lo que está previsto que suceda, sucederá, pero puede suceder de forma más leve. Que un evento futuro lo sintamos más duro o más suave, depende de que formemos conexiones positivas entre nosotros o de que no hagamos nada por conectarnos y dejemos que el ego, el deseo de disfrutar a expensas de los demás, impulse nuestra evolución.
Si nos conectamos positivamente, si desarrollamos relaciones de interés, responsabilidad y respeto mutuos, llegaremos a un futuro más armónico y pacífico. Por el contrario, si dejamos que el ego nos impulse, nuestra creciente explotación, manipulación y abuso mutuos, nos dará una vida de grandes tormentos y penurias de la naturaleza.
Excelente artículo y reflexión doctor Laitman, lo compartiré entre mis fans. El Máster.