Posibilidad de usar armas nucleares

Foto: Ramzan Kadyrov, jefe de la República de Chechenia, en una reunión de trabajo con el presidente ruso Vladimir Putin. Atribución: Kremlin.ru

Hace algunas semanas, Vladimir Putin, presidente ruso, anunció la anexión de cuatro regiones de Ucrania. Un día después, las fuerzas ucranianas reconquistaron la ciudad clave de Lyman en la región de Donetsk, una de las regiones anexadas. En respuesta, Ramzan Kadyrov, jefe de la región rusa de Chechenia, dijo que Moscú debería considerar el uso de un arma nuclear táctica de bajo rendimiento, en su guerra contra Ucrania, informó Reuters.

No es la primera ni la segunda vez que surge la idea de usar armas nucleares en Ucrania. El expresidente ruso, Dmitry Medvedev, también advirtió que Rusia podía usar armas nucleares, pero la declaración de Kadyrov es más explícita y presenta un mayor nivel de agresión.

No me sorprende que la idea de una guerra mundial esté sobre la mesa ni que se espere que sea guerra nuclear. El padre de mi maestro, el gran pensador y cabalista Yehuda Ashlag (también conocido como Baal HaSulam), poco después del fin de la Segunda Guerra Mundial escribió, que la humanidad no había aprendido nada del pasado, que era posible una tercera, e incluso una cuarta guerra mundial y que serán guerras atómicas. Es claro que las ideas de Baal HaSulam no fueron aceptadas, la gente pensó que la humanidad no se atrevería a repetir los horrores de Hiroshima y Nagasaki. Es claro que la gente se equivocó y la posibilidad de usar armas nucleares hoy, parece muy real.

Sin embargo, no creo que la humanidad haya olvidado del todo la Segunda Guerra Mundial. Aunque se usen armas nucleares, probablemente no será una guerra mundial total, más bien serán armas tácticas y los horribles resultados, incluso de estas armas, revivirán el trauma del pasado. Esperemos que sea suficiente para detener a la humanidad, un paso antes de la destrucción.

Además, hoy la gente es más consciente de que la raíz de nuestros males es nuestra división, el odio mutuo que infesta a gente y a naciones. La noción de que la supervivencia depende de nuestra unidad o al menos del nivel de nuestra solidaridad, está ganando terreno en el mundo. Esto también inhibe, al menos en cierta medida, la pasión por la sangre.

En su obra, que tituló Escritos de la última generación, Baal HaSulam detalló por qué la solidaridad es la clave para evitar una tercera guerra mundial. Ahora que es claro que la democracia, los acuerdos internacionales, los tratados y las sanciones, son impotentes ante el odio, quizá la gente esté más abierta para probar el único antídoto contra la destrucción: construir o en palabras más sencillas, solidaridad y unidad.

Todos somos conscientes de que, en una guerra atómica no habrá ganadores. Espero y creo que tengamos el suficiente sentido común para recordarlo antes de apretar el gatillo nuclear.