Durante los últimos meses, nos han bombardeado con noticias sobre las “correcciones” que están teniendo lugar en varias empresas y corporaciones globales, pero más notablemente en el sistema educativo. Estas medidas, que supuestamente son tomadas para hacer que la sociedad sea más inclusiva, en realidad suspenden, prohíben, limitan y condenan muchas de las libertades más básicas de la gente en países democráticos, como la libertad de expresión e incluso, la libertad de pensamiento. Hay demasiados ejemplos para mencionar, pero aquí hay algunos típicos: Amazon eliminó los icónicos libros infantiles del Dr. Seuss y Disney+ excluyó de los perfiles infantiles películas tan preciadas como Dumbo, Peter Pan y la familia suiza Robinson y agregó una advertencia junto al título en los perfiles de adultos de que las películas tienen contenido culturalmente inapropiado.
Hay más: Coca-Cola pidió a sus trabajadores que sean “menos blancos” para combatir el racismo, es en serio. Megyn Kelly, en una entrevista con Bill Maher, dijo que sacó a sus hijos de una escuela privada, porque, entre otras rarezas, se hizo un programa de «educación transexual experimental de tres semanas» en tercer año, la clase de su hijo.
Aún hay más: la escuela de la Iglesia de la Gracia, en Manhattan, ofrece una guía de 12 páginas sobre el «lenguaje inclusivo». La guía desalienta a los niños a usar las palabras «padres», «mamá» y «papá» y sugiere que usen «amigos» o «adultos» en su lugar. En la ciudad de Nueva York, el Departamento de Educación eliminará todas las “pantallas” selectivas para las escuelas intermedias en el año académico 2021-2022 y eliminará por completo la prioridad del distrito para las escuelas secundarias. Para aumentar la diversidad, una lotería reemplazará las pruebas de detección. Y finalmente, Bari Weiss escribe sobre una amiga suya de Manhattan, madre de una niña de cuatro años que vio dibujar a su hija y la niña dijo casualmente: «Necesito dibujar con mi propio color de piel». El color de la piel, le dijo a su madre, es «realmente importante». Eso fue lo que aprendió en la escuela.
La ironía de estos ejemplos y de muchos más, es que todos son consecuencia de una campaña para aumentar la inclusión y la diversidad. Claramente, los activistas no se dan cuenta de que cuando inhiben la libertad de pensamiento y la libertad de expresión, suprimen la inclusión, eliminan la diversidad y hacen pedazos a la sociedad. No creo que esta ideología prevalezca, pero si lo hace, Estados Unidos se acabará a sí mismo.
Esta campaña va hacia un resultado claro, al que llamo «reconocimiento del mal«. En otras palabras, nos mostrará que nuestra propia naturaleza, la naturaleza humana, está podrida y es malvada hasta la médula. En el proceso, también nos mostrará que no tenemos ni idea de la forma correcta de educar ni a niños ni a adultos.
Una educación exitosa, requiere conocer su resultado final incluso antes de comenzar. Y en cuanto a la campaña de inclusión, la naturaleza no creó a la gente igual; ¡La creó diferente! No la creó ni mejor ni peor, ¡sólo diferente! Nosotros, los humanos, damos más valor a unas razas, a unas culturas, a unas creencias y a una opiniones, en detrimento de otras. Por eso, los humanos somos el problema, no la raza ni el género ni la creencia ni la cultura en la que nacimos. Hacemos que los demás sean desiguales, porque así los consideramos. La diversidad es una bendición; hace que todos sean únicos y ¡extremadamente valiosos! Tratar de eliminar nuestras diferencias, creará separación, enajenación y odio, no creará ni inclusión ni igualdad.
De hecho, por muchos siglos, nos hemos ido distanciando cada vez más. Actualmente, estamos tan enajenados que no podemos soportar a nadie que no sea exactamente igual a nosotros. Como resultado, inducimos «equidad», que trata de forzar la justicia e imponer imparcialidad e igualdad, pero, de hecho, indica que, si no piensas como cree el que toma las decisiones que «se supone» que debes pensar, estás condenado al ostracismo, sujeto a castigo social a expulsión de la sociedad, pérdida de trabajo, vergüenza en las redes sociales y otros castigo, que a menudo, son más dañinos que el encarcelamiento y ocasionalmente, causan que la gente se quite la vida.
Tratar de cambiar la naturaleza humana es tan sabio, como la inclinación de Don Quijote ante los molinos de viento, pero mucho más dañino. Lastima el alma de la gente, en especial la de los niños y mutila su psique. No se puede atar a la gente al lecho mental de Procusto y esperar que salga ilesa. Nunca volverá a ser igual, no es sano.
Lo que tienes que hacer es usar la singularidad de cada uno en beneficio de la sociedad. Debes resaltar las diferencias y mostrar que su contribución lo hace único e insustituible. Cuando haces que todos se sientan orgullosos de lo que son, no querrán cambiarse a sí mismos; no querrán cambiar a los demás y se sentirán confiados al conectarse y comunicarse. Este es el truco para construir una sociedad próspera.
En una sociedad que respalda la singularidad, el individuo, no dudará en socializar, mezclarse en grupos diversos y conocer a otras personas y culturas. No habrá racismo ni discriminación ni juicio ni xenofobia, cada uno sabrá que tienen algo que ganar al conocer a otros. Así se formarán sociedades florecientes, inherentemente diversas y naturalmente inclusivas. Serán vibrantes y acogedoras, precisamente porque todas las opiniones, razas, géneros, creencias y culturas son bienvenidas.
Por el bien de los 330 millones de personas que viven en Estados Unidos, espero que se entienda antes y no después de sufrir tormentos inimaginables por intentar cambiar su propia naturaleza.
Gran verdad. Todo esto me duele x mis nietos, bisnietos, hijos y también x mi. Tengo parte en toda esta perversidad. Y me siento impotente. Muchas gracias. Bendiciones infinitas 🙏