La naturaleza humana es el deseo de disfrutar en beneficio propio. Es nuestro punto de partida y estamos en un proceso de desarrollo que nos conduce a un estado en el que terminaremos cambiando nuestra naturaleza, para beneficiar a los demás y a la naturaleza.
La naturaleza en general es opuesta a la naturaleza humana. Funciona según las leyes de altruismo, interconexión e interdependencia. En consecuencia, la naturaleza desarrolla sus niveles -inanimado vegetal y animal-, para que no usen con adversidad a sus otras partes.
En la naturaleza, sólo nosotros, los humanos, tenemos el deseo de explotar y destruir para sentirnos con poder y dominio. Se nos dio ese deseo egoísta adicional, para que mejoremos con ayuda de nuestra conexión, es decir, para aprender que debemos tener relaciones favorables y útiles, en lugar de la inclinación que desea explotar a los demás y a la naturaleza, sólo para inflar nuestro ego.
Cambiando así nuestra intención, de beneficio propio a beneficio de los demás y de la naturaleza, descubrimos un mundo totalmente nuevo, una naturaleza nueva, eterna y perfecta.
Y viviremos libres de presiones y dolores. El sentimiento de una vida corta, transitoria y en general, miserable, se reemplaza por un sentimiento de vida continua y libre de sufrimiento.
El sufrimiento surge de nuestro deseo egoísta de explotar a los demás y a la naturaleza en beneficio propio. Por eso, al reemplazar nuestra inclinación egoísta por una naturaleza altruista que desee beneficiar a los demás y a la naturaleza, viviremos en el plano celestial.
El cielo es el estado donde surge una fuerza común de amor entre la gente, donde se forma la conexión de «amar a tu prójimo como a ti mismo». Tarde o temprano, la naturaleza nos llevará a ese estado celestial y no tendremos más remedio que cambiar nuestra actitud mutua, de egoístas a altruistas, al hacerlo, viviremos en conexión, armonía y equilibrio.
Excelente análisis doctor Laitman. Estoy a todo vapor escribiendo mi libro «Inteligencia Artificial a un Paso de la Estúpidez», en algunos capitulos lo citaré a usted. Por lo pronto, dejemos dormir tranquilos a los que duermen.