Todos los animales son instintivamente inteligentes en el plano social. Es decir, instintivamente se comportan de forma compasiva para ellos mismos y para el medio ambiente.
El reino animal tiene inteligencia innata, que hace que los animales actúen como complemento mutuo. En ese sentido, nosotros, los humanos, tenemos una inteligencia social menor que los animales. Puede sonar extraño que el ser humano, con su coeficiente intelectual tan desarrollado, tenga una inteligencia social menor que el animal, pero así es. Nosotros, como seres humanos, necesitamos desarrollar y ganar inteligencia social, mientras que los animales la tienen instintivamente.
El animal posee conocimiento interno para conectarse con los grados inanimado, vegetal y animal. El ser humano carece de ese conocimiento, no sabe conectarse adecuadamente con esos grados, porque necesitamos completarnos a nosotros mismos (actitudes, comportamiento y comunicación en equilibrio con la naturaleza) con nuestro esfuerzo.
Debemos empezar por no hacernos daño entre nosotros ni a los animales ni a los niveles: vegetal e inanimado de la naturaleza. Después deberemos fomentar relaciones mutuas positivas, hasta lograr lo que está escrito, “ama a tu prójimo como a ti mismo”.
A diferencia de los animales, se nos dio la inclinación al mal, es decir, el deseo egoísta de disfrutar a expensas de los demás y de la naturaleza. Por eso, debemos cultivar interacciones mutuas y con los grados animal, vegetal e inanimado de la naturaleza, que vayan en contra de nuestra inclinación a beneficiarnos a expensas de ellos. Al hacerlo, logramos una conexión positiva con los demás y con la naturaleza y podremos descubrir la fuerza positiva general inherente a toda la realidad: el poder que conecta a la humanidad y dentro de ella, a los grados: inanimado, vegetal y animal.
Ese es el significado de lo que está escrito: “Serás como Dios, conocerás el bien y el mal”. Alcanzar ese nivel de inteligencia social nos permitirá interactuar en armonía, paz y alegría entre nosotros, porque con nuestras interacciones sentiremos que nos conectamos con la naturaleza global e integral y que la realidad en la que existimos es eterna y perfecta.
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