Criticar es un rasgo que existe en todos nosotros, en un grado u otro. Es resultado directo de nuestra naturaleza egoísta. El ego nos empuja constantemente a ponernos a prueba y medirnos con los demás, para ganar una posición mejor y más cómoda con relación a ellos. Pero esa comparación constante se queda en nuestra cabeza como una carga, resalta los defectos y localiza rápidamente las deficiencias en cada asunto.
La crítica compulsiva nos hace perder la paciencia y la tolerancia y nos hace rechazar cualquier cosa que nos parezca extraña o diferente. De acuerdo con la percepción del ego, somos el centro de la creación y exigimos ser aceptados incondicionalmente como somos. ¿Es negativo? No, es un sentimiento natural. Pero eso no funciona al revés. Juzgamos a los demás y si vemos que están en mejor posición o tienen mejores cualidades ante nuestros ojos, nos sentimos decepcionados e incluso deprimidos, porque constantemente aspiramos a ser percibidos como más exitosos y superiores en comparación con el resto.
Las interminables comparaciones con los demás, nos impiden lograr relaciones buenas y saludables. Nos obligan a estar en constante fricción entre nosotros y nos impiden lograr acuerdo y entendimiento mutuo. Si todos se preocupan sólo por su propia bondad y justicia, nunca podremos formar un vínculo hermoso con los demás.
No hay truco para evitar este enfoque de juicio que nuestro ego nos obliga a hacer, ningún remedio, ningún ejercicio psicológico, ningún argumento filosófico funciona, no puedes reprimirlo ni suprimirlo. ¿Por qué? Porque la naturaleza humana nos empuja a lograr sólo lo que es en nuestro beneficio y a buscar fallas, únicamente fuera de nosotros.
«Juzgas a los demás de acuerdo con tus propios defectos», escribieron nuestros sabios. Las imperfecciones que vemos en los demás, en realidad son nuestras propias imperfecciones. Son la proyección de lo que necesitamos mejorar en nosotros mismos, lo que tenemos que arreglar cambiando nuestra percepción egoísta, en altruista y aprender a ver a los demás como parte integral de nosotros mismos.
Necesitamos involucrarnos en un nuevo tipo de crítica, en la que nos escudriñemos a nosotros mismos, nuestra vida, nuestra naturaleza, para así, equilibrar nuestro egoísmo arrogante que evoca críticas destructivas hacia los demás. El autoexamen nos ayudará a elevarnos, a observar nuestra condición desde otra perspectiva y a despertar las grandes fuerzas que se encuentran en las profundidades de la naturaleza, para que nos ayuden a descubrir una nueva actitud hacia el entorno.
Todo lo que sucede en nuestra vida se transmite desde arriba, por eso, debemos ver el futuro en lugar de agonizar en el pasado. La sabiduría de la Cabalá nos enseña que realmente no podemos cambiar nada por nosotros mismos, sólo, con nuestro esfuerzo, podemos atraer la fuerza positiva de la naturaleza para así, lograr buenas relaciones con los demás. Esta fuerza de la naturaleza contrarrestará la negatividad que hay en nosotros y equilibrará nuestro egoísmo natural. Si atraemos la fuerza positiva, dejaremos de juzgar a nuestro prójimo y no habrá necesidad de “devorarnos” con culpas del pasado. Como está escrito: “El necio junta sus manos y come su propia carne” (Eclesiastés 4: 5)
Por lo tanto, la revelación de nuestro ser egoísta, como resultado del auto-escrutinio, debería ser como trampolín en el que saltemos por encima del ego, para actuar de manera amorosa y cariñosa, opuesta a lo que hacemos. Si esta consideración se convierte en parte de nuestra nueva naturaleza, ¿Qué es lo que juzgaremos? Mediremos la proximidad o separación entre nosotros y los demás y los esfuerzos necesarios para cerrar esa brecha y acercarnos unos a otros. Esta es la única crítica o evaluación útil y el propósito con el que debemos hacerla si deseamos alcanzar equilibrio y mejorar nuestra vida.
Muchísimas gracias, estoy en el cambio. Gracias x este maravilloso regalo. Dios los bendiga grandemente 🙏🌹🙏
Excelente artículo estimado Rav. las críticas sin propósito no constuyen , necesitamos conectarnos y entonces esa brecha irá disminuyendo cada vez más.
Estoy reflexionando más sobre la crítica y descubro envidia nutrida con la ira, que me ha llevado a vivir Con un vacío existencial pero hoy tomo la decisión de que de la mano de Dios lograre sobre encima del ego. Muchas gracias 🌹 Dios los bendiga grandemente 🙏🙏🌹🌹