Recientemente, hay muchos resultados que exponen el gran número de muertes que la Covid-19 provocó. Incluso con vacunas, el virus sigue propagándose en muchos países y cobra cientos e incluso miles de vidas cada día. Esta triste realidad llevó a algunos de mis estudiantes a preguntarme sobre el significado de la vida y la muerte.
En efecto, consideramos que la vida es muy importante y ciertamente así es, pero en algunas ocasiones no pensamos de esta manera. Si pasamos por la vida simplemente desperdiciando el tiempo, lo único que obtendremos serán pequeñas onzas de dolor que se acumulan. Pero, si usamos y aprovechamos al máximo la oportunidad que se nos dio, para acercarnos e incluso alcanzar el reino espiritual en la vida, es decir, conectarnos todos, hasta el punto en que sintamos en nuestro corazón a los demás, la vida será preciosa.
De alguna manera sentimos que no le debemos nada a nadie y que lo único que debemos hacer es complacernos a nosotros mismos. Pero, no nos damos cuenta de que este fue el punto inicial de nuestra vida. Si termina la vida en el mismo punto donde inició, desperdiciamos nuestra oportunidad de progresar. De pensar solamente en nosotros mismos, debemos expandirnos y conectarnos, para tratar de cuidar a los demás. Al hacerlo seremos similares a la naturaleza en su nivel de conexión y nuestra conciencia será impregnada y se expandirá proporcionalmente.
Un bebé recién nacido no sabe nada de su entorno, excepto que su madre existe, incluso su conciencia relativa a ella, es según su comunicación y vínculo. A medida que el bebé crece, comienza a darse cuenta de que hay otras cosas y personas cerca de él y comienza a comunicarse con todos.
El mismo proceso debería ocurrir internamente. Debemos evolucionar de sentirnos sólo a nosotros mismos, a conocer y sentir todo nuestro entorno: gente, animales y objetos. Esto sólo puede suceder si cuidamos todo lo demás. Si sólo lo usamos para sentir placer y bienestar propio, sabremos de ellos tanto como el recién nacido sabe de su madre. Sería una vergüenza morir sin haber aprendido más sobre la realidad en la que vivimos.
Si queremos dar sentido a nuestra vida, debemos dedicarla a conectarnos con los demás, no para usarlos, sino para preocuparnos y cuidarlos. Esto es lo que hace que la vida sea preciosa.
Gran verdad. Y me entristece que no veo reacción a este cambio sobre todo en mi familia. Pero tengo Fé que Dios es el mejor moldeador de las vidas cuando se ponen en sus manos. Muchas gracias 🌹 Dios los bendiga grandemente 🙏🙏🙏🌹