¿Qué pasa si nos equivocamos con respecto al clima? ¿qué haríamos si supiéramos que los aerosoles que contaminan el aire, también lo enfrían y mitigan el efecto invernadero? Además, ¿si nos dijeran que las erupciones volcánicas que emiten CO2 y otros gases de efecto invernadero que calientan la atmósfera, también emiten cenizas que bloquean los rayos del sol y enfrían el aire, más que el CO2 que emiten y que calienta? Artículos científicos publicados recientemente afirman precisamente eso.
Un estudio hecho por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica afirma que “Una disminución del 50% en las partículas y gotitas de contaminación en Europa y EUA, está vinculada al aumento del 33% en la formación de tormentas en el Atlántico, en las últimas dos décadas, es lo contrario en el Pacífico con más contaminación y menos tifones”.
Si a este descubrimiento reciente le sumamos que las erupciones volcánicas enfrían la Tierra, surge la pregunta: ¿cómo podemos enfrentarnos al cambio climático? ¿si limpiamos el aire, calentamos el planeta? ¿seguimos contaminando el aire para enfriarlo? ¿o tratamos de limpiar el aire y reducir las emisiones de CO2 para que no acelere el calentamiento del aire?
Si estas preguntas parecen irresolubles, es porque lo son. Son irresolubles porque son preguntas equivocadas; su objetivo es “curar” los síntomas más que la enfermedad. No funciona en medicina y no funciona con el clima.
La “enfermedad” que causa estos problemas es la conducta humana. Explotamos sin piedad los recursos de la tierra. Competimos por explotar el planeta con mayor eficacia y rapidez e ignoramos por completo que, al hacerlo, cortamos la rama en la que estamos sentados.
Para resolver la crisis climática, la humanidad debe organizar una mesa redonda y determinar colectivamente sus prioridades. Tendremos que decidir qué es necesario para todos y qué no y, tener sólo lo necesario. Tendremos que aprender a vivir como lo hace todo en la naturaleza. Si no lo aprendemos por nuestra voluntad, la naturaleza nos obligará a aprenderlo y será más difícil.
Esta solución no sólo es por la crisis del clima, es por todos los problemas. No hay uno solo que no afecte al mundo entero. Ve la escasez de alimentos que causa la guerra en Ucrania, ve las interrupciones del suministro global, la inflación galopante en el mundo, los virus que se propagan sin control, la crisis de chips de computadoras, todo afecta a todo y no hay nada que podamos hacer para solucionar estas crisis, porque cada uno tratamos de salvarnos, en lugar de tratar de salvarnos todos colectivamente.
Si logramos pensar colectivamente, encontraremos soluciones a todos los problemas, porque no son problemas de contaminación ni de inflación ni de ningún otro síntoma; son problemas de conexión.
Cuando cambiemos el propósito de la conexión, que en lugar de explotación mutua sea de corrección mutua, veremos que no hay ningún problema. Podemos recortar toda la producción y aún así, tener más que suficiente para satisfacer nuestras necesidades. Si dejamos de competir, no tendremos motivos para agotar la tierra. Si no tenemos la necesidad de agotar la tierra, podremos reducir las emisiones de CO2 y al mismo tiempo, los aerosoles.
La conclusión es que no tenemos que preocuparnos por reducir la contaminación; tenemos que preocuparnos por mejorar nuestras conexiones. Si logramos establecer conexiones fuertes en el mundo, nuestros problemas desaparecerán como si nunca hubieran existido.
Gracias por compartir!!! Ojalá llegará el día de mejorar nuestras conexiones con la humanidad empezando con mis hijos. Me entristece no tener acercamiento con respeto y comprensión DIOS los bendiga grandemente.