Dr. Michael Laitman Para cambiar el mundo cambia al hombre

Ser ambientalista, paga bien

cambio climático relaciones positivas

Un informe recientemente publicado por el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC, por su sigla en inglés) declara que «la influencia humana ha calentado el clima a una tasa que no tiene precedentes en, al menos, los últimos 2,000 años. … Afirma que, “El cambio climático inducido por el humano, ya está afectando a muchos climas y es extremo en cada región del mundo. La evidencia de los cambios observados es extrema, hay ondas de calor, fuertes precipitaciones, sequías y ciclones tropicales, atribuidos en particular a la influencia humana, es más grande desde entonces (el último informe en 2013)».

Este verano, no hay una región en el mundo que no hayhttps://www.facebook.com/Laitmanesp/videos/1252325661898322a sufrido cambio en el clima. De acuerdo con los científicos del IPCC, el horrible futuro que han estado prediciendo, ya está sucediendo y de aquí en adelante, será todo cuesta abajo, a menos que hagamos lo que dicen.

Con el debido respeto, creo que reducir las emisiones, cambiar a fuentes de energía renovables, prohibir el uso de plástico y todas las medidas que sugiere el distinguido panel, no mejorará nuestra situación ni un poco. Sólo creará empleos bien pagados para los que hacen su carrera en regañarnos. Ni siquiera es cuestión de la incapacidad del panel para imponer sus sugerencias en los países. Es que el remedio que prescriben no es el remedio correcto, pues su diagnóstico es incorrecto desde el principio.

Podemos probar sus sugerencias -quemar menos combustibles fósiles, producir menos plástico y otras- pero para cuando reconozcamos la inutilidad de sus ideas, estaremos peor de lo que estamos hoy y, ya es terrible. En lugar de perder tiempo, recursos y vidas, debemos trabajar en el único elemento que sabemos que funciona mal: el hombre o más precisamente, nuestras relaciones. Incluso si no vemos la conexión entre la naturaleza de nuestras relaciones y la forma en la que explotamos a la naturaleza, con la creciente inestabilidad del clima, aún vale la pena ver nuestra conexión porque: 1) mejorará nuestras relaciones, eso es una ganancia definitiva y 2) no hemos encontrado otro remedio. De hecho, nos preocupa tan poco, que no podemos siquiera restringir el uso de combustible fósil. Como aún lo consumimos en exceso, los ambientalistas sugieren que usemos fuentes de energía renovables. Pero será totalmente inútil.

Además, ya vemos que nuestro planeta es un sistema único, donde todo afecta todo. También vemos que en la naturaleza, todo está en equilibrio y sigue su curso, excepto por nosotros. En otras palabras, entendemos que el problema se encuentra sólo en nosotros. Debemos entender la profundidad del problema -no es que estemos quemando el tipo equivocado de combustible-, es que estamos inyectando nuestro temperamento volátil en el sistema que nos sostiene: el planeta Tierra.

Nada en la naturaleza pelea. Los animales cazan o luchan para vivir, para reproducirse. Pero una vez que comen y no está en temporada de apareamiento, son tranquilos y pacíficos. A la inversa, nosotros siempre somos beligerantes, siempre buscamos el siguiente pico para escalar y al siguiente escalador en nuestro camino hacia la cima, para arrojarlo de la montaña. Dado que nuestra especie está en la parte superior de la pirámide, nuestro modo de pensar negativo, estropea los otros niveles de la naturaleza y altera su existencia equilibrada y armónica. Sucintamente: todos los problemas -catástrofes climáticas, terremotos, plagas y guerras- se derivan de la naturaleza humana corrupta. Arregla a la humanidad y habrás arreglado al mundo.

Por arreglar, me refiero a nuestras relaciones. Si cambiamos nuestra actitud mutua, de hostil a amable, cambiaremos a la sociedad. En lugar de desear explotar a los demás, buscaremos apoyarlos. En lugar de desear el fracaso de otros, desearemos su éxito y ellos el nuestro.

Con una relación positiva entre nosotros, dejaremos de agotar los recursos naturales, pues sería injusto para los demás y para las generaciones futuras. Tampoco buscaremos extinguir la vida silvestre ni talar bosques ni contaminar aire, agua y suelo, porque es perjudicial para otros. Pronto, entenderemos que queremos usar sólo lo que realmente necesitamos y dedicar el resto de nuestro tiempo y energía para apoyar, alentar y nutrir a los demás. Y con cuidado mutuo, sanaremos la sociedad y restauraremos el equilibrio en el clima y en el suelo.

Es cierto que, cuidar a los demás no paga bien a aquellos cuya «lucha» contra el cambio climático es su carrera. Nos dirán que deberíamos buscar soluciones en otra parte y no en nuestras relaciones, pero están equivocados y engañados. Si queremos un buen futuro, debemos insistir en cuidar el futuro de los demás y así, el nuestro también estará asegurado.

La evidencia de los cambios observados es extrema, hay ondas de calor, fuertes precipitaciones, sequías y ciclones tropicales, atribuidos en particular a la influencia humana, es más grande desde entonces (el último informe en 2013)».

Este verano, no hay una región en el mundo que no haya sufrido cambio en el clima. De acuerdo con los científicos del IPCC, el horrible futuro que han estado prediciendo, ya está sucediendo y de aquí en adelante, será todo cuesta abajo, a menos que hagamos lo que dicen.

Con el debido respeto, creo que reducir las emisiones, cambiar a fuentes de energía renovables, prohibir el uso de plástico y todas las medidas que sugiere el distinguido panel, no mejorará nuestra situación ni un poco. Sólo creará empleos bien pagados para los que hacen su carrera en regañarnos. Ni siquiera es cuestión de la incapacidad del panel para imponer sus sugerencias en los países. Es que el remedio que prescriben no es el remedio correcto, pues su diagnóstico es incorrecto desde el principio.

Podemos probar sus sugerencias -quemar menos combustibles fósiles, producir menos plástico y otras- pero para cuando reconozcamos la inutilidad de sus ideas, estaremos peor de lo que estamos hoy y, ya es terrible. En lugar de perder tiempo, recursos y vidas, debemos trabajar en el único elemento que sabemos que funciona mal: el hombre o más precisamente, nuestras relaciones. Incluso si no vemos la conexión entre la naturaleza de nuestras relaciones y la forma en la que explotamos a la naturaleza, con la creciente inestabilidad del clima, aún vale la pena ver nuestra conexión porque: 1) mejorará nuestras relaciones, eso es una ganancia definitiva y 2) no hemos encontrado otro remedio. De hecho, nos preocupa tan poco, que no podemos siquiera restringir el uso de combustible fósil. Como aún lo consumimos en exceso, los ambientalistas sugieren que usemos fuentes de energía renovables. Pero será totalmente inútil.

Además, ya vemos que nuestro planeta es un sistema único, donde todo afecta todo. También vemos que en la naturaleza, todo está en equilibrio y sigue su curso, excepto por nosotros. En otras palabras, entendemos que el problema se encuentra sólo en nosotros. Debemos entender la profundidad del problema -no es que estemos quemando el tipo equivocado de combustible-, es que estamos inyectando nuestro temperamento volátil en el sistema que nos sostiene: el planeta Tierra.

Nada en la naturaleza pelea. Los animales cazan o luchan para vivir, para reproducirse. Pero una vez que comen y no está en temporada de apareamiento, son tranquilos y pacíficos. A la inversa, nosotros siempre somos beligerantes, siempre buscamos el siguiente pico para escalar y al siguiente escalador en nuestro camino hacia la cima, para arrojarlo de la montaña. Dado que nuestra especie está en la parte superior de la pirámide, nuestro modo de pensar negativo, estropea los otros niveles de la naturaleza y altera su existencia equilibrada y armónica. Sucintamente: todos los problemas -catástrofes climáticas, terremotos, plagas y guerras- se derivan de la naturaleza humana corrupta. Arregla a la humanidad y habrás arreglado al mundo.

Por arreglar, me refiero a nuestras relaciones. Si cambiamos nuestra actitud mutua, de hostil a amable, cambiaremos a la sociedad. En lugar de desear explotar a los demás, buscaremos apoyarlos. En lugar de desear el fracaso de otros, desearemos su éxito y ellos el nuestro.

Con una relación positiva entre nosotros, dejaremos de agotar los recursos naturales, pues sería injusto para los demás y para las generaciones futuras. Tampoco buscaremos extinguir la vida silvestre ni talar bosques ni contaminar aire, agua y suelo, porque es perjudicial para otros. Pronto, entenderemos que queremos usar sólo lo que realmente necesitamos y dedicar el resto de nuestro tiempo y energía para apoyar, alentar y nutrir a los demás. Y con cuidado mutuo, sanaremos la sociedad y restauraremos el equilibrio en el clima y en el suelo.

Es cierto que, cuidar a los demás no paga bien a aquellos cuya «lucha» contra el cambio climático es su carrera. Nos dirán que deberíamos buscar soluciones en otra parte y no en nuestras relaciones, pero están equivocados y engañados. Si queremos un buen futuro, debemos insistir en cuidar el futuro de los demás y así, el nuestro también estará asegurado.

Etiquetado con: , ,
Publicado en: News
Un comentario sobre “Ser ambientalista, paga bien
  1. Rosa María Lomeli Delgado dice:

    Totalmente de acuerdo 🌹 hacer cambios conductuales no sirve para nada, nuestra forma de pensar de percibir de inyectar las emociones con aguas negras de avaricia, envídia, competencia unido al miedo es la peor peste que le damos al planeta. Una ayuda con intención positiva envuelta en mentiras Dios lo sabe. Me entristece 😔😔😔 muchas gracias 🌹 Dios los bendiga grandemente 🙏 i🙏🙏🙏

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*