A medida que los obituarios, las lágrimas y el luto continúan llenando el mundo, después de la inesperada muerte de Kobe Bryant, el dolor es acompañado de una pregunta muy profunda: ¿por qué un ícono cultural que tenía todo lo valioso en la vida: respeto, fama, salud, riqueza, apariencia, títulos de la NBA, un premio Oscar, un imperio empresarial multimillonario, un futuro brillante como creador de marca, inversionista, entrenador de atletas y mentor de los fundadores de la compañía y además, una familia amorosa y cariñosa y muchos amigos, una mañana llegó a un fin tan repentino?
La mayoría de nuestra sociedad sigue las noticias y las redes sociales que informan sobre muertes, accidentes, tragedias, personas que mueren en circunstancias desafortunadas, además informan sobre éxito, deportes, entretenimiento, artes, estrellas y superestrellas: personas que son admiradas, que llegan a la cima de todo lo que valoramos en esta vida. Cuando una de nuestras superestrellas repentinamente entra en el lado oscuro de las noticias, nos quedamos congelados en estado de shock ¿cómo puede ser?
La trágica muerte de Kobe Bryant es un recordatorio doloroso para nosotros, simples mortales, de que la vida es corta y temporal. Nos muestra que incluso, si alcanzamos los niveles más altos del éxito, todo se puede perder en una fracción de segundo.
El día que el helicóptero privado de Kobe Bryant se estrelló, hubo otros accidentes en el mundo y murieron personas en circunstancias tristes. Jóvenes y viejos, que dejaron familias afligidas. Sin embargo, no sabemos su nombre ni reconocemos su cara. Esto nos muestra un aspecto de nuestra naturaleza, que estima a individuos de acuerdo con la proyección de valores en nuestra vida -nuestro deseo natural por dinero, respeto y control-, personas capaces de trabajar con determinación, disciplina y motivación, que captan nuestra atención cuando logran tener éxito, honor, riqueza, fama y dominio. Creamos sistemas que elogian a estas personas, las hacen más grandes que la vida, símbolo de todo lo que podríamos desear.
Si la vida de una persona así llega a un fin repentino, nos sacude ¿cómo puede morir una superestrella? Era inmortal para nosotros. No debería estar en la parte de las noticias que se enfoca en muerte y accidentes graves. Esa parte de las noticias es para los innumerables desafortunados sin nombre, no para las superestrellas. Los Kobe Bryants del mundo pertenecen a las secciones de deportes, entretenimiento y negocios, son símbolo positivo de logro y éxito, ganadores, con vidas de cuento de hadas, que nos inspiran esperanza.
La muerte de Kobe Bryant es una señal de que, finalmente todos somos iguales. Ante la muerte no hay diferencia entre un gran rey y un trabajador común. La verdad es que el cuerpo del rey y el del trabajador, terminan enterrados en el mismo suelo y se convierte en ceniza o polvo de la misma forma.
Por encima de todos los logros de Kobe Bryant, quizá su mayor legado es que su vida notable nos recuerda nuestra igualdad ante el destino seguro de la muerte y una poderosa evocación para que actuemos y en consecuencia, nos tratemos con ternura y amor. mientras estamos aquí Además de compartir recuerdos positivos sobre Kobe y consolar a su esposa y familia, podemos honrar su legado al usar su muerte prematura como recordatorio y aumentar el amor y el espíritu de unidad para toda la humanidad. Entre sus numerosos éxitos, ese podría convertirse en el mayor logro que Kobe Bryant aún puede aportar al mundo, está en nuestras manos implementarlo de ahora en adelante, en realidad sería lo más grande que hemos hecho hasta hoy.
Si ese espíritu de amor y unidad se extendiera por toda la sociedad, tal vez podríamos lograr una muerte placentera y natural y evitar que en el futuro ocurran muchas muertes violentas y abruptas. Tal vez podríamos sentir que somos parte de un gran todo, de una humanidad en equilibrio con una naturaleza aún mayor. Y así como la naturaleza nunca nos abandona, nosotros nunca la abandonaríamos.
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