Tan destrozada que tengo miedo de orar

Hace unos días, recibí un correo electrónico de Yulia, confesaba sentirse destrozada, impotente e incapaz de ayudar a sus allegados. «Rezo por la paz», escribió, «por las buenas conexiones entre la gente, pero tengo la extraña sensación de que mientras más pido, peor se ponen las cosas. Parece que nos acercamos a ese pozo de fuego en el que todos podríamos caer, tengo miedo de seguir rezando».

Lo único que puedo decirte es que tenemos que rezar para que la gente encuentre el bien que existe en el mundo, porque hay bien en el mundo, pero no se revela. Necesitamos ejemplo, para ver que en el mundo hay cosas genuinamente buenas, pero no podemos verlas, porque nuestros ojos son egoístas, sólo nos vemos a nosotros mismos. Como resultado, no podemos ver fuera de nosotros.

Podemos cambiarlo, pero necesitamos cambiar nuestra oración. Pedimos tranquilidad, paz y felicidad, pero, al final, son peticiones egoístas. La fuerza que creó este mundo y lo sostiene, a la que llamamos Creador, es lo contrario del ego. Es la fuerza de bondad absoluta. Por eso, si queremos sentir su presencia y traer beneficio al mundo, debemos aprender a verlo con los ojos amorosos del Creador y no con nuestros ojos egoístas.

Puedes hacerlo si dejas de pedir que las cosas sean buenas para ti y pides, tú ser bueno. Si tuviéramos la cualidad de bondad, podríamos ver la fuerza del bien en nuestro mundo. Pero como no la tenemos, nunca sabemos cómo actuar. Somos totalmente opuestos y no detectamos bondad en lo que nos rodea. Si queremos sentir amor en el mundo, detrás de los horrores que vemos con nuestros ojos egoístas, primero debemos rezar para que nosotros seamos buenos.

Así que, querida Yulia, si quieres dejar de temer que el mundo caiga en un pozo de fuego, reza para que el Creador te cambie y puedas ver que el mundo va a un lugar de unidad y amor por los demás. También verás que podemos llegar allí sin el dolor y sufrimiento que vemos a nuestro alrededor, así sabrás qué decirle a la gente y cómo ayudarle a llegar más pronto.