Científicos de la Universidad de Tel Aviv | אוניברסיטת תל-אביב (TAU) informaron que desarrollaron una nueva forma de administrar medicamentos directamente a las células cancerosas, en lugar de dispersarlas por todo el cuerpo. Según la revista ScienceDaily, “El estudio abre un nuevo camino hacia una batalla personalizada y dirigida con precisión contra el cáncer”. El profesor Dan Peer, jefe del equipo de investigación, afirmó que su objetivo es “silenciar la enzima HO1 que permite que los tumores desarrollen resistencia a la quimioterapia y se oculten del sistema inmunológico. …Nuestro nuevo nanofármaco”, afirma, “sabe cómo buscar con precisión las células cancerosas, silenciar la enzima y exponer el tumor a la quimioterapia, sin causar ningún daño a las células sanas circundantes”. Estoy totalmente a favor de la medicina avanzada, pero la medicina no puede curar la causa del cáncer y sin curar la causa, es como sellar una fuga en una tubería sólo para descubrir que creamos una nueva.
El cáncer es una enfermedad única. Se desarrolla cuando las células comienzan a consumir su entorno y crecen a expensas de él. Eventualmente, el cáncer provoca su propia muerte al matar el cuerpo que lo sostiene y no puede ayudarse a sí mismo.
Ese comportamiento “egoísta” de los tumores es muy similar a como nos comportamos entre nosotros y con el medio ambiente. Aunque dependemos de ambos para sobrevivir, nuestra actitud es oportunista y abusiva y no podemos ayudarnos a nosotros mismos. En ese sentido, los humanos son el cáncer de la Tierra.
No es que mientras más egoístas seamos, más probable es que desarrollemos cáncer, la creciente prevalencia del cáncer en la sociedad en su conjunto es el resultado de nuestra actitud cada vez más explotadora hacia la Tierra y hacia los demás. Así como gente amable y generosa e incluso niños pequeños, pueden desarrollar cáncer, los efectos de la actitud abusiva de la humanidad, pueden manifestarse en partes del mundo que no son particularmente explotadoras. Aquí hay responsabilidad mutua: así como todo el organismo sufre cuando un órgano se enferma, toda la humanidad sufre cuando su actitud general se vuelve enferma, es decir, abusiva.
El cáncer no es la única consecuencia de nuestro abuso. Básicamente, son todas nuestras enfermedades. Pero, el cáncer es el caso más claro de una enfermedad “egoísta”, ya que la forma en que opera es muy similar a la forma en que nos comportamos entre nosotros, con los animales, las plantas y con la Tierra en su conjunto.
Dado que el cáncer es una enfermedad “egoísta”, la única cura es curar nuestro ego. Así, para eliminar el cáncer, se requiere desarraigar el ego de nuestra sociedad.
Es claro que es un proceso educativo y no médico y sentiremos sus beneficios en todos los aspectos de la vida. Una educación que enseñe reciprocidad y consideración beneficiará a la salud, a la economía, a la seguridad de nuestra sociedad, al nivel de abuso de drogas y delitos relacionados y a nuestro nivel general de vida y bienestar.
Incluso si no podemos ver la conexión abierta entre el cáncer y el ego, eliminar este último es claramente un objetivo que vale la pena. Por eso, sugeriría que lo intentemos primero y cuando veamos los resultados, no querremos parar.
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